El Ayuntamiento de Barcelona ha formalizado este jueves la decisión de trasladar los delfines del zoo y de no construir, por tanto, un nuevo delfinario, como había proyectado el anterior gobierno.
Así lo han acordado y anunciado el ejecutivo municipal, ERC y la CUP antes de trasladarlo al grupo de trabajo sobre el futuro del Zoo.
El consistorio deberá decidir el destino de los animales antes del 2019, de acuerdo con las exigencias de la Asociación Europea de Mamíferos Acuáticos.
Ahora mismo sobre la mesa hay seis posibilidades, que no se limitan al Mediterráneo. Los animales afectados son seis, cuatro que actualmente están en Barcelona y dos más que se encuentran en el Oceanográfico de Valencia.
Los cetáceos sufren estrés porque tienen poco espacio y por el ruido de las visitas. La teniente de alcalde de Ecología, Janet Sanz, ha constatado que construir una nueva piscina ahora no tiene sentido teniendo en cuenta el nuevo modelo de zoo que se pretende instaurar.
Fuente y fotografía: La Vanguardia