En el último siglo, el calentamiento climático ha sido el principal responsable del derretimiento de los glaciares de montaña en el mundo.
Desde que lo glaciares empezaron a reducir su volumen lentamente y son susceptibles cada año de los cambios meteorológicos, la comunidad científica ha mantenido un debate sobre si el cambio climático es el culpable del su deshielo.
Por ejemplo, el último reporte del Panel Intergubernamental sobre Cambio del Clima (IPCC) concluyó que solo es probable que una parte sustancial de la reducción de los glaciares de montaña obedezca a la inducción humana del cambio climático.
El último estudio de Nature Geoscience utilizó técnicas estadísticas para analizar 37 glaciares de montaña en el mundo.
Para la mayoría de los científicos, el retroceso observado se debe en más del 99% al cambio climático, dice este reporte, y están «virtualmente seguros» de la causa-efecto del deshielo desde el siglo pasado.
«Encontramos que los glaciares están actualmente entre las señales más puras del cambio climático», dijo Gerard Roe, coautor del estudio y profesor de ciencias de la Tierra y el Espacio en la Universidad de Washington.
Las conclusiones fueron presentadas en la reunión anual de la American Geophysical Union, en San Francisco (EE. UU.).
Por ejemplo, las investigaciones determinaron que el glaciar Hintereisferner, en Austria, tiene un retroceso de 2,8 kilómetros desde 1880, y que es muy probable que el cambio climático sea el responsable. La probabilidad de estos cambios en una variación natural es de menos de 0,001% o uno en 100.000, señalaron.
En el caso del conocido glaciar Franz Josef, en Nueva Zelanda, hay menos de 1% de probabilidades de una variación natural y el calentamiento global podría explicar el retroceso de 3,22 kilómetros en los últimos 130 años, señaló el reporte.
Entre los que hay menos certeza de que el calentamiento global es el culpable del deshielo, están los glaciares de Rabots Glacier, en el norte de Suecia, y South Cascade, en el estado de Washington, en el noroeste de Estados Unidos.
Para estos glaciares, las probabilidades de que el retroceso pueda deberse a una variabilidad natural del clima están en un rango que va de seis a 11%.
«South Cascade está en el final de la trayectoria de las tormentas del Pacífico, y experimenta un alto grado de variabilidad en el invierno. En promedio, la caída de nieve en el invierno genera cerca de 3,04 metros por año, mientras que en los glaciares del desierto de Asia, la acumulación de nieve puede ser de menos 10 centímetros por año», dijo Roe.
Así, los glaciares «experimentan muy diferentes ajustes del clima. El resultado, su variabilidad y sus sensibilidad al cambio climático varía de un lugar a otro», indicó.
Fuente y fotografía: Nación