Un total de 26 sociaciones no gubernamentales (ONGs) francesas e internacionales defensoras de los derechos de los animales se han puesto en pie de guerra. Su objetivo, concienciar sobre la importancia de mejorar la condición animal a la hora de plantear nuevas políticas.
Se trata de una formulación que adopta la forma de manifiesto e incluye 30 proposiciones que giran en torno al tema mediante abordando aspectos concretos que deberían mejorarse, a su juicio. De forma particular, se dirigen a los candidatos a las elecciones presidenciales y legislativas del país galo.
Aunque, como ocurre con estas cuestiones relacionadas con la ética animal, la problemática se puede ampliar a otros muchos países. Adquiere, lógicamente, una dimensión universal que convierte el manifiesto en toda una declaración de principios con plasmación práctica a la que es fácil adherirse si se es un defensor de los animales.
Buscando el compromiso político
Las proposiciones formuladas por asociaciones como CIWF, la Fundación Brigitte Bardot, la Fundación de 30 millones de amigos, L214, SPA, Sea Shepherd o Peta se centran en reivindicaciones tradicionales del colectivo de protección animal, pero no por ello menos importantes.
Básicamente, porque siguen si solucionarse, con lo que se plantean como demandas ante las que no cabe la resignación, sino todo lo contrario. Entre otras, se pide la prohibición de la cría en cajas, la alimentación forzada o las corridas de toros.
Para su elaboración, las asociaciones coordinan sus aportaciones dentro de un colectivo bautizado con el elocuente nombre de Animal Politique, cuyo primer manifiesto, del mismo nombre, es éste (goo.gl/9GDJEI), producto de 6 meses de trabajo.
Su presentación con un buen margen de tiempo de cara a las próximas elecciones francesas -las presidenciales serán el 23 de abril y el 7 de mayo, seguidas de las legislativas el 11 y 18 de junio- con el declarado fin de que se ponga sobre la mesa un tema eternamente olvidado como es el de los derechos de los animales.
Por lo tanto, con esta especie de carta abierta no apuestan por partidos políticos relacionados con la defensa animal de forma específica, al estilo de nuestro PACMA, sino por una normalización de la cuestión. Es decir, de que los derechos mínimos de los animales pasen a considerarse un asunto de importancia en programas políticos de todos los partidos, sin distinción.
Una demanda utópica, hoy por hoy, tanto en Francia como, por supuesto, en España y tantos otros países, prácticamente todos. Pero precisamente porque se trata de una utopía es clave luchar por ella. Las demandas que plantean son muy concretas, habida cuenta de que miles de millones de animales son maltratados, perdiendo su vida muchos de ellos.
El utilitarismo es la máxima que explica estos dramas. Desde su uso a nivel alimentario a su utilización en experimentos científicos o para el entretenimiento, pongamos por caso. La casuística es muy amplia, y en todos los casos las leyes deberían actuar, consideran.
A juicio de las ONGs, hemos de afrontar un “reto social importante” en este sentido y el modo de mejorar su situación pasa por el compromiso político. Debería ser una responsabilidad social, pero ni siquiera existe ese compromiso o, en todo caso, resulta insuficiente y, consideran los firmantes del manifiesto, “fuera de sintonía con las expectativas de la mayoría de los franceses.”
Así las cosas, el documento se destina a los candidatos de ambas elecciones para que “tomen públicamente posición sobre su contenido”, dividido en distintas categorías en función del uso que se hace de los animales y de su ubicación en la sociedad. En concreto: animales de cría, de experimentación, de diversión y espectáculo, de compañía y fauna salvaje.
Mejor trato al animal de granja
Por poner un ejemplo sobre la cría y explotación de animales en granjas, el manifiesto busca favorecer el aire libre frente a las jaulas. En general, se demanda una mayor calidad de vida, siempre ajustada a las necesidades de cada especie o ejemplar y tanto a nivel psicológico como de comportamiento.
Asimismo, dentro de esta área se quiere evitar todo sufrimento innecesario, por ejemplo acabando con prácticas como la castración en vivo o la alimentación forzosa, este último sobre todo por el dramático caso del foie gras.
De igual modo que se trata esta área se hace lo propio con cada una de las demás, mutatis mutandis. Incluyendo, curiosamente, a las corridas de toros. No porque no sean un ejemplo representativo de maltrato animal, obviamente, sino porque no es una cuestión típica francesa. Otro ejemplo de la vocación universalista del documento.
Proteger y defender a los animales
Más allá de la ética entendida en plan abstracto, se buscan soluciones realmente efectivas, que se establezcan a partir de un marco legislativo favorable que haga justicia a la sensibilidad de la ciudadanía, explican. Además, se trata de una cuestión de coherencia normativa, tal y como se explica en el preámbulo del manifiesto:
La ley, (artículo L. 214-1 del Código rural y artículos 515-14 del Código Civil) reconoce al animal como a un ser viviente dotado de sensibilidad. Sin embargo, su estatus jurídico tiene carencias protectoras importantes y algunas especies no están cubiertas por reglamentación específica.
En cuanto a la reglamentación existente, incluso cuando ésta es aplicada, autoriza a realizar prácticas que suponen sufrimientos para los animales.
En el documento se considera un desafío necesario introducir la necesidad de la mejora de la vida de los animales en los debates políticos. Un reto “importante y esencial para la sociedad”, un deber de todos los actores de la vida política el de comprometerse a hacerlo “rápida y permanentemente”.
Fuente y fotografía: Ecología verde