Los elefantes una vez recorrían toda África, y desde las costas de Oriente Medio, a través del sur de Asia, llegaron hasta China y más allá. Hoy, el furtivismo supone su principal amenaza: están siendo abatidos a un ritmo al que no pueden reponerse mediante la reproducción. Y a este problema hay que sumar el de la pérdida y degradación de su hábitat, alerta la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).
Clasificado «En Peligro» de extinción por la UICN, el elefante asiático se encuentra confinado en la actualidad casi a India, con una población estimada de entre 26.000-30.000 ejemplares, dado que los números para la especie en Bangladesh, Bután, Nepal y Sri Lanka son muy pequeños.
La red Traffic Internacional considera al tráfico ilegal de vida silvestre como el cuarto crimen trasnacional más lucrativo del mundo, generando 17.000 millones de dólares cada año.
Una rápida expansión de la población humana, explica la UICN, ha propiciado la destrucción «crítica» del hábitat del elefante a lo largo del sur de Asia. Los asentamientos humanos y las construcciones han fragmentado los bosques e interrumpido las vías de migración de la especie. La competencia por el espacio ha intensificado, pues, los conflictos entre humanos y elefantes en la región. En algunas ocasiones, incluso, se han dado «asesinatos por venganza», como los califica la institución, «permitiendo la muerte de hombres y animales por igual».
«Makhnas»
Aunque el comercio internacional de marfil ha sido prohibido desde hace más de 25 años, el marfil continua siendo el motivo principal por el que son abatidos los elefantes. El marfil que sale de África llega hasta Asia, donde se trabaja para elaborar piezas ornamentales que son muy demandadas en los mercados ilegales.
Los machos de elefante asiático son cazados por sus colmillos (las hembras no tienen). Y su efecto ya se está dejando notar en el declive poblacional de la especie, ya que en el sur de India, por ejemplo, el ratio de macho por hembra ha disminuido de 1:52 a 1:100, cuando la media viable para la supervivencia de la especie suele ser de 1:8.
En el Parque Nacional Periyar (India) el furtivismo ha introducido, incluso, adaptaciones increíbles en los elefantes. Sorprendentemente los machos ahora nacen sin colmillos (los llaman «makhnas»), subraya la UICN.
Los elefantes se usan en el sur de Asia no solo para trabajar en los bosques o como reclamo para la industria del turismo; sino también en ceremonias tradicionales religiosas. Un elefante puede representar 5.000 dólares de ganancias al día para sus propietarios durante los festivales.
Expertos de la UICN en Elefante Asiático se reunirán en noviembre para adoptar decisiones sobre futuras acciones que hagan posible la restauración de las poblaciones de la especie hasta niveles viables. En la actualidad existe el programa MIKE de monitoreo de las muertes ilegales de elefantes en Bangladesh, Bután, India, Nepal y Sri Lanka, puesto en marcha por la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES).
Fuente y fotografía: ABC