Investigadores del Instituto Andaluz de Ciencias de la Tierra de Granada y la Universidad de Cambridge ha calculado que el 3,5 por ciento de los depósitos mundiales de hidrato de metano ubicados debajo de los mares y océanos podría empezar fundirse antes del 2100 debido al cambio climático.
Los resultados de esta investigación, realizada a partir de simulaciones, se publican en la revista Nature Communications, informa hoy en una nota de prensa la Universidad de Granada.
Según este trabajo, ese porcentaje de los depósitos mundiales de hidrato de metano, equivalente a unos 60.000 millones de toneladas de carbono, comenzarían a fundirse debido al cambio climático y el calentamiento de las aguas oceánicas, “un hecho que provocaría que se vertieran a la atmósfera toneladas de este potente gas invernadero”.
Julyan Cartwright, del Instituto Andaluz de Ciencias de la Tierra (centro mixto del CSIC y la Universidad de Granada), explica que debajo de mares y océanos hay grandes depósitos de metano que, como otros hidrocarburos, son los restos de organismos del pasado.
Subida térmica
Parte de esta enorme cantidad de combustible fósil es metano y parte del depósito de metano que está bajo los océanos se encuentra en forma de hidrato de metano, que es un sólido estable a las temperaturas y presiones que hay debajo del agua, pero susceptible a comenzar a fundirse si la temperatura de las mismas sube un poco.
“Esa subida de temperatura es lo que puede ocurrir con el cambio climático dentro de unas décadas”, relata a Efe este científico.
Aunque este estudio calcula que el 3,5 % de estos depósitos podrían empezar a fundirse antes de 2100, este investigador subraya que son necesarios más estudios y un mayor conocimiento sobre ellos.
“Se debe entender mejor y analizar si existe un riesgo de que estos depósitos puedan fundirse con el cambio climático, lo que dejaría escapar al medioambiente su metano, que es un potente gas invernadero”, recalca Cartwright, quien afirma que este trabajo muestra que existe ese riego, quizás infra-apreciado, sobre los depósitos mundiales de hidrato de metano y el cambio climático.
De ahí la necesidad de seguir investigando “antes de que sea demasiado tarde”, insiste.
Ósmosis
La investigación también demuestra que, además de los mecanismos ya conocidos, otro mecanismo“hasta ahora ignorado”, la ósmosis puede tener “un rol clave en este acontecimiento”.
La ósmosis es la difusión que tiene lugar entre dos líquidos o gases capaces de mezclarse a través de un tabique o membrana semipermeable.
“Además de haber analizado la comprensión teórica de este mecanismo, este trabajo ha destacado por primera vez un riesgo del cambio climático infra-estudiado sobre los depósitos de hidrato de metano”.
Los volcanes de fango y las emanaciones submarinas son fenómenos en los que determinado fluido -agua, barro, a veces burbujas de gas- surge del lecho marino y los investigadores han calculado, usando la dinámica de fluidos, las fuerzas asociadas con el movimiento de fluido en una emanación o un volcán de fango.
Fuente y fotografía: EFE Verde