Un equipo de 122 científicos de 28 nacionalidades ha iniciado esta semana una campaña internacional para reclamar la protección de uno de los ecosistemas más ricos y amenazados de nuestro planeta: las praderas marinas.
La lista de firmas que dan apoyo al documento Securing a future for seagrass (Asegurar el futuro de los prados marinos) está encabezada -atendiendo al orden alfabético de apellidos- por Teresa Alcoverro, responsable del Departamento de Ecología Marina del Centre d’Estudis Avançats de Blanes), y cuenta además con las firmas de María Jesús García Sánchez (Universidad de Málaga) y Fiona Tomas Nash (IMEDEA).
Los investigadores firmantes piden el compromiso de las instituciones a escala local, regional y global; así como de los medios de comunicación, para incorporar a las praderas marinas entre los valores naturales que deben ser reconocidos y protegidos de forma urgente.
Cuando pensamos en los fondos marinos nos vienen rápidamente a la memoria diversas especies de animales y alguna imagen de algas,corales, rocas y fondos de arena. No obstante, uno de los ambientes que más fácilmente podemos observar cuando nos sumergimos a escasos metros de la costa y en aguas poco profundas están ocupados por plantas marinas que se parecen bastante a las que podríamos encontrar al aire libre.
En algunos casos, la similitud es tan evidente que estas grandes extensiones de plantas adaptadas al agua salada se conocen como praderas marinas o praderas de angiospermas (o fanerógamas) marinas. Este tipo de praderas se encuentran entre los ecosistemas marinos más complejos y ricos del planeta. Proveen múltiples funciones y servicios relevantes al ecosistema marino y pueden ser considerados como indicadores biológicos de los cambios ambientales relacionados con el impacto del hombre en el ecosistema. El litoral sin praderas marinas puede parecer limpio y sano a simple vista pero en realidad es el síntoma más evidente de un litoral sin vida.
Los promotores de esta declaración que ahora está abierta a la recogida de muchas más firmas de científicos destacan que “las praderas submarinas son de fundamental importancia para el planeta; están presentes en las franjas costeras de casi todos los continentes y su biodiversidad se asocia y apoya productividad de las pesquerías”.
La pérdida de los prados marinos está provocada en muchas ocasiones por impactos de origen humano como la contaminación, la urbanización de la costa (puertos deportivos y similares) y la mala gestión de la pesca; sin olvidar el calentamiento del agua como consecuencia del cambio climático.
La progresiva desparición de las praderas marinas no solo pone en peligro a miles de especies sino que también perjudica gravemente a las poblaciones humanas vinculadas con los recursos marinos.
“Hacemos una llamada a la acción para asegurar el futuro de las praderas marinas. Esto significa mejorar la calidad del agua, la prevención de los daños causados por las prácticas de pesca destructivas y la incorporación de estos ecosistemas en las zonas marinas protegidas”, destaca el documento presentado esta semana por la World Seagrass Association.
Un patrimonio natural tan importante como la secuoyas
La investigadora Teresa Alcoverro explica -respondiendo a las preguntas de La Vanguardia Natural– la importancia de las praderas marinas.
– ¿Cuáles son y dónde se encuentran las praderas marinas más importantes en nuestro litoral?
– En toda la costa Española tenemos praderas de forma muy extensiva y quizás destacaría por su importancia y extensión las de las Islas Baleares, pero encontramos en toda la costa Mediterránea, Atlántica e incluso en las Islas Canarias
– ¿Cuáles son las principales amenazas para estas praderas de nuestras aguas?
– Durante muchos años la mayor amenaza en nuestras costas ha sido la eutrofización (aumento de nutrientes), pero en los últimos años en la costa catalana se ha notado una mejora que seguramente está totalmente relacionado con la mejora de la calidad de la agua. Actualmente la mayor amenaza, junto con los nutrientes, es la construcción de puertos, el anclaje, la sobrepesca y seguramente el cambio climático.
– ¿Qué se debería hacer para ayudar a proteger nuestras praderas?
– Las praderas están protegidas por ley en nuestras costas y por tanto en principio no debería permitirse ningún tipo de construcción en zonas con praderas; también se debería seguir regulando los nutrientes de forma estricta (como se ha hecho con la directiva Marco del Agua, una gran iniciativa europea); la sobrepesca también es una factor clave que está afectando no sólo a las praderas marinas sino todos los ecosistemas de macrófitos Mediterráneos.
En resumen, se debería mantener nuestras praderas marinas con las mejores condiciones posibles para tener un máximo de resiliencia para los inminentes cambios globales que nos llegarán y todavía no sabemos cómo afectarán estos ecosistemas. El problema es que a menudo todo lo que está bajo agua no se ve y por lo tanto no existe. Esto teniendo en cuenta que las praderas del Mediterráneo, mayoritariamente dominadas por Posidonia oceanica son los equivalentes de los bosques de secuoyas por su longevidad y características excepcionales.
Fuente y fotografía: La Vanguardia