Hay muchos productos de uso diario, en el hogar y trabajo, que son fuente de gases tóxicos y de químicos que estimulan la aparición de asma, alergias y mareos espontáneos. Un reciente estudio de la Universidad Estatal de Nueva York realizado en laboratorio, determinó que ciertas plantas caseras fáciles de conseguir y cuidar, mejoran sorprendentemente la calidad del aire que respiramos. Entonces no está de más convertir nuestros escritorios y casas en pequeñas selvas para prevenir enfermedades respiratorias.
La bromelia, de troncos gruesos y hojas alargadas, planta común en América Latina, puede limpiar hasta un 80% de seis químicos distintos en espacios reducidos. El bambú de la suerte, perteneciente al género de la Dracaena, demostró la capacidad de limpiar la calidad del aire de los restos de acetona hasta en un 94%, en menos de 12 horas.
La malamadre o lazo de amor, conocida popularmente como cinta o araña, desde el primer momento que fue colocada en un espacio altamente contaminado, los niveles de COV, compuestos orgánicos volátiles, comenzaron a descender.
El espatifilo, también conocido como flor de la paz, velo del viento o flor de muerto, y que puede sobrevivir con poca luz y agua, también limpia los ambientes de químicos. A esta planta se suma la lengua de suegra, también conocida como lengua de tigre, sansevierias o espada de san jorge; esta variedad es muy utilizada en decoración de interiores y tiene la ventaja de sobrevivir con cuidado y atención mínimos.
Finalmente, el potus, Epipremnum aureum, que también es muy fácil de conseguir y cuidar, la hace la favorita de oficinas y centros comerciales.
Productos ecológicos y sustentables se ofrecerán en la Gran Feria Verde, a realizarse desde el 16 al 20 de noviembre, en Boulevard Alameda 333, ubicado en Alameda 333, Santiago de Chile.
Fuente y fotografía: Veo verde