Destacado, Noticias, Sostenibilidad

El impacto del cambio climático en las sequías es menor de lo esperado

El impacto del cambio climático en las sequías es menor de lo esperado

Abundan los estudios que aseguran que el calentamiento global producido, sobre todo, por el aumento de dióxido de carbono (CO2) en la atmósfera dará lugar a sequías más severas, largas o frecuentes. Pero el realizado por la Universidad de California en Irvine y la Universidad de Washington (ambas en EEUU) -y que acaba de publicar la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS)– matiza esta idea. Sugiere que elevadas concentraciones de este gas con efecto invernadero permite a las plantas retener más agua en el suelo y eso compensa en gran parte el efecto de unas temperaturas cada vez más cálidas.

Para valorar las sequías, lo habitual es utilizar índices que sólo consideran valores atmosféricos como la temperatura, la humedad y la precipitación; el Palmer Drought Severity Index es uno de ellos. Así se ha estimado que más del 70% del planeta experimentará más sequías si en los próximos cien años se multiplican por cuatro los niveles de dióxido de carbono de la era preindustrial. En cambio, cuando la ecuación incorpora información sobre el uso del agua por parte de las plantas, ese valor cae al 37%.

En lo que sí coinciden ambas métricas es en afirmar que las situaciones de sequía se incrementarán al sur de América del Norte, al noreste de Sudamérica y al sur de Europa; regiones donde las precipitaciones irán a menos. Más suerte correrán lasregiones templadas de Asia y en África central, donde la conservación de agua por las plantas contrarrestará en gran medida el efecto del cambio climático,eso sí, sólo según los modelos que incluyen el efecto del dióxido de carbono sobre la fisiología vegetal. «Cómo de seca se queda la tierra depende del balance entre las lluvias y la pérdida de agua, y sólo esta última está fuertemente afectada por las plantas. Este balance es diferente en cada lugar», cuenta a EL MUNDO Abigail L. S. Swann, profesora asistente de la Universidad de Washington en ciencias atmosféricas y líder del trabajo.

Las plantas se adaptan

El dióxido de carbono es la materia prima de las plantas. Lo toman a través de unas pequeñas aberturas en sus hojas denominadas estomas y con él sintetizan materia orgánica. El problema es que este proceso deja escapar la humedad. Pero cuando el CO2 es tan abundante en la atmósfera, los estomas no necesitan estar abiertos tanto tiempo y la pérdida de agua es menor. En consecuencia, concentraciones crecientes de este compuesto en el aire conducen a un aumento potencial de la humedad del suelo. «Si las plantas conservan algo de agua, hacen que la tierra esté un poco más húmeda de lo que creíamos, lo que podría hacer las sequías un poco menos severas», explica Swann.

Eso no quiere decir que el CO2 sea inocuo para el medio ambiente. La investigación también concluye que las sequías se intensificarán en el futuro y que la vegetación podría verse afectada por otros aspectos del cambio climático. «Hay muchas cosas que no sabemos, especialmente de las sequías cálidas», dice Swann. Las mismas sequías en períodos con más calor pueden tener un impacto más severo o hacer que las plantas sean más vulnerables a las plagas. «Aunque haya muchas menos sequías, pueden ser fatales», alerta esta investigadora.

Recabar información es vital, pero para obtener la mejor valoración «necesitamos recalcular las predicciones situando a las plantas en el centro», propone Swann, cosa que no se había hecho, para su sorpresa. «De alguna manera, la comunidad científica que se ha dedicado a calcular los impactos del clima no pensó en la importancia de las plantas o se convenció a sí misma de que no influía sin asegurarse de que fuera cierto», apunta esta investigadora. Para James Randerson, profesor de la Universidad de California en Irvine y coautor del estudio, las estimaciones que ignoran los principios de la fisiología de las plantas «pueden arrojar resultados engañosos».

Acabar con la incertidumbre es «tan fácil como crear nuevas métricas que tengan en cuenta lo que hacen las plantas», sentencia la autora. «Ya tenemos la información para hacerlo. Simplemente tenemos que ser más cuidadosos de que estamos considerando el papel de las plantas», afirma. Eso mejoraría las predicciones, útiles para el sector de la agricultura, conocer el estado de los recursos hídricos y el riesgos de incendios.

Fuente y fotografía: El Mundo

30 agosto, 2016

Sobre el autor

Hidroblog


QUIÉNES SOMOS

Hidroblog.com es una web para los profesionales del agua. Informamos sobre sostenibilidad, ciencia, economía circular, medioambiente y naturaleza.

Hidroblog.com es un proyecto de SOCIAL MEDIA CONSULTING S.L.

Newsletter

TWITTER
OTROS BLOGS