Si este año vais a la playa, observad el mar. En ese instante estaréis ante uno de los panoramas más raros que ofrece nuestro Universo: grandes cantidades de agua líquida.
Mares y océanos surgieron del interior de nuestro planeta poco tiempo después de que se formara, hace 4.000 millones de años. El agua, atrapada en el interior de la Tierra, salió al exterior a través de los numerosos volcanes y geiseres presentes en la superficie. Esta desgasificación fue tan rápida que en sólo cien millones de años se liberó el agua necesaria para formar los océanos.
Sin embargo, no todo el agua surgió del interior de la Tierra. Entre la tercera parte y la mitad del agua llegó en los cometas –grandes bolas de nieve sucia- que cayeron sobre nuestro planeta cuando aún era joven durante la época conocido como el Gran Bombardeo: no sólo el agua del mar no ha cambiado nada en varios miles de millones de años, sino que parte tiene un origen extraterrestre.
Pero no todo acaba aquí. Cuando mis padres me llevaron al mar por primera vez enseguida consté dos hechos incuestionables: que era una piscina muy grande y que el agua era salada. Algo fascinante, porque el agua de los ríos, de los que se nutre el mar, no lo es.
Claro que el agua de los ríos no es sólo agua. Como cualquiera puede darse cuenta leyendo la etiqueta de una botella de agua mineral, además de agua hay diferentes tipos de sales minerales. El problema es que el agua de los ríos lleva disuelta más cantidad de calcio, potasio y magnesio que de cloro y sodio, los componentes de la sal común, luego debería haber más de los primeros en el mar.
¿Por qué no es así? Todo tiene que ver con el tiempo. El calcio permanece en el mar, más o menos, un millón de años, porque los organismos marinos lo emplean para formar esqueletos y conchas. Algo parecido le ocurre al magnesio, y el potasio se combina con las arcillas y se va al fondo. Pero los tiempos del cloro y del sodio son más largos: el sodio permanece unos 60 millones de años y el cloro aún más. Por eso el agua es salada.
Fuente y fotografía: Muy interesante