La bisexualidad en algunas especies se debe a necesidades de reproducción, pero en muchos otros casos como en el de los simios es por el puro placer que las diferentes opciones sexuales les brindan a los involucrados.
Los bonobos
Son fanáticos del sexo y para ello no tienen ningún tipo de preferencia. Se practica por placer, para resolver conflictos, porque tienen hambre, porque están irritados o para procrear. En realidad el sexo es la solución a cualquiera de los problemas de los bonobos y la culminación de todos sus placeres.
Los delfines nariz de botella
A lo largo de sus vidas los delfines nariz de botella son en su mayoría bisexuales con períodos de homo y heterosexualidad exclusiva. Durante su edad temprana (hasta los diez años) el juego sexual se practica tanto con machos como con hembras. A partir de su madurez se emparejan heterosexualmente con el fin de aparearse, pero mantienen lazos con sus compañeros homosexuales. Son muy creativos sexualmente en especial con sus parejas del mismo sexo. Las hembras hace algo llamado «pico de propulsión genital», donde una hembra inserta su hocico (también llamado pico) en la hendidura genital de la otra, mientras que ella nada suavemente. Los delfines machos suelen nadar vientre contra vientre y participar de una mutua penetración anal.
Las orcas
Antes de la madurez sexual muchas orcas practican el sexo homosexual, ya que se dedican a tocar y acariciar el área genital de otro compañero con su hocico. Las orcas son muy cuidadosas de que el placer sexual sea mutuo en cada pareja e intercambian lametones como parte de los “preliminares” de sus relaciones.
Los Pingüinos de Humboldt
Mientras que la mayoría de los pingüinos forman parejas heterosexuales, hay algunos pingüinos machos que prefieren decididamente la homosexualidad. Roy y Silo, dos machos del zoológico de Central Park jamás aceptaron a una compañera femenina. La pareja solía intentar empollar una roca hasta que el personal del zoológico les dio un huevo fertilizado de su propia especie; ambos lo cuidaron con tanto esmero que de él nació Tango, que sin embargo es abiertamente heterosexual.
Los cisnes negros
El 25 por ciento de los cisnes negros masculinos se emparejan con otros machos. Roban los nidos y forman tríos con una hembra con la que ambos copulan, pero a la que luego de desovar expulsan sin contemplaciones, con el fin de ocuparse de los bebés ellos solos. Un dato muy curioso: cuando son criados por dos varones, los polluelos de los cisnes tienen más posibilidades de sobrevivir que los que son cuidados por parejas heterosexuales.
Los flamencos
A los flamencos les gusta emparejarse heterosexualmente, pero también pueden tener relaciones del mismo sexo y en ambos casos son excelentes padres. En el parque zoológico de Edimburgo, comprobaron este hecho cuando una pequeña que había sido abandonada por sus padres, fue adoptada por una pareja gay, que la criaron con todos los cuidados necesarios hasta que se hizo adulta.
Los macacos japoneses
Los macacos japoneses o monos de la nieve, tienen la mente completamente abierta cuando se trata de elegir una pareja. Los científicos los consideran bisexuales por orientación, ya que a menudo optan por parejas del mismo sexo, incluso cuando elegir a uno de diferente sexo es una alternativa viable. Mantienen coitos fugaces para procrear, pero crían a sus bebes en parejas homosexuales.
Las jirafas
Las jirafas macho jóvenes suelen realizar frotamientos de sus cuellos con el fin de demostrar la dominación de unos sobre otros. Tras la sumisión del más débil es normal que éste sea objeto de caricias y hasta de monta con penetración anal.
Las gaviotas
Las gaviotas fueron las primeras aves en las que los científicos observaron comportamientos bisexuales. Hastael 14 % de las gaviotas hembras mantienen alguna vez relaciones lésbicas. Esto podría deberse más una necesidad que a una atracción, ya que hay una notable escasez de machos de la especie.
Este comportamiento también se observó en los albatros de Oahu donde un grupo de investigadores comprobó que solo había un 31 % de machos, por lo que muchas hembras, tras la cópula formaban parejas en ellas y criaban juntas a los polluelos.
Los leones africanos
Los leones tienen uno de los impulsos sexuales más fuertes del reino animal. Los científicos creen que el hecho de que un macho “monte” a otro (lo que ocurre con mucha frecuencia) fortalece las relaciones y los lazos de dependencia y sumisión en el grupo. Entre las hembras solo se han visto relaciones lésbicas cuando se encuentran en cautiverio y no hay machos con quien copular.
Fuente y fotografía: Ecoportal