La Gran Barrera de Coral australiana está amenazada de desaparición. Según la BBC, esta maravilla de la naturaleza, que se extiende sobre unos 2.600 kilómetros de longitud y puede ser distinguida desde el espacio, sufre la peor decoloración en la historia de las observaciones científicas. El nivel de preocupación de los especialistas es tan elevado que estudian incluirla en la lista de lugares en peligro de la Unesco.
El mal que aqueja a la Gran Barrera es que los corales están perdiendo su color. Un 95% de ellos están ya blanqueados. Solo cuatro arrecifes de cada 520 se encuentran en buen estado. Supuestamente la causa de este alarmante proceso es el calentamiento global.
Los arrecifes coralinos son organismos muy sensibles a la temperatura. El blanqueamiento sucede cuando los corales sufren cambios ambientales. Por ejemplo, una pequeña alteración de la temperatura del agua, de la luz o de los nutrientes que reciben pueden hacer a los corales expulsar algas endosimbiontes, las zooxantelas, responsables del color. Posteriormente los corales pueden recuperarse y recuperar su coloración, pero antes de que esto ocurra deberán pasar años. Si estas condiciones de estrés para los arrecifes se prolongan, pueden acabar muriendo.
Antes el blanqueamiento de los corales era un fenómeno infrecuente y limitado geográficamente. Pero recientemente se ha hecho más común y devastador. En 1997 se reveló que el 18% de los corales del mundo habían muerto. Ahora la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica estadounidense predice que un 40% de los corales se verán afectados por esta “epidemia” de decoloración. El blanqueamiento de la Gran Barrera australiana, donde crecen 400 tipos de coral, 1.500 especies de peces y 4.000 variedades de moluscos, forma parte de un global vinculado al cambio climático.
Fuente y fotografía: Diario ecología