El gobierno provincial canadiense de Colombia Británica y los gobiernos de las veinte Primeras Naciones Indígenas, anunciaron esta semana un acuerdo clave para proteger una de las selvas costeras más grandes del mundo.
El acuerdo cuenta con el apoyo de Greenpeace, Forest Ethics, Sierra Club British Columbia y compañías forestales, y establece las medidas fundamentales para proteger la selva tropical del Oso, una de las más grandes de Canadá. Este ecosistema es hogar del oso Kermode, que solo habita esta región del planeta.
El documento, presenta además, un modelo de solución global a gran escala para la conservación de los bosques, los derechos indígenas y la lucha contra el cambio climático. El 85% (3,1 millones de hectáreas) de la zona forestada de la selva tropical del Oso (aproximadamente el tamaño de Bélgica) estará protegida de la tala industrial. Las restantes 550 mil hectáreas forestadas quedarán sujetas a los estándares legales más altos en lo que respecta a la deforestación industrial.
“El acuerdo es un paso muy importante, en el que se cruzan los derechos indígenas, la vida silvestre, el medio ambiente y la economía”, dice Richard Brooks, Coordinador de la campaña de bosques de Greenpeace Canadá. “Además, empodera a los indígenas en el control de sus territorios tradicionales y, a la vez, asegura la integridad ecológica de una vasta y milenaria red de bosques e islas”.
A fines de la década del ´90 el conflicto conocido como “Guerra en el bosque”, que incluyó bloqueos y campañas internacionales de presión pública, provocó la cancelación de contratos millonarios con empresas forestales que operaban en la selva tropical del Oso. En el año 2000 comenzaron las negociaciones que concluyeron hoy con la implementación final de una nueva forma de protección forestal y ordenamiento del territorio, denominada “Gestión de Ecosistemas-base”. El objetivo de este enfoque único de conservación consiste en mantener bosques sanos y altos niveles de bienestar en la comunidad.
“Este acuerdo es uno de los planes de manejo forestal más importantes de todo el mundo”, agregó Brooks. “Por otro lado establece nuevos estándares legales, científicos y morales para mantener la salud de los bosques y evita unas 640.000 toneladas de contaminación de carbón por año”, dijo.
La iniciativa final logra la protección de vastas áreas, que son hábitat natural de lobos, osos blancos y pardos y zonas de desove de salmón.
Fuente y fotografía: Aqua