Un proyecto de ciencia popular tomará el pulso a los cambios que se dan en la naturaleza. La observación de los ciclos biológicos y la detección de sus anomalías serán el centro de esta iniciativa con participación ciudadana destinada a estudiar y divulgar estos conocimientos. Con ella, los ciudadanos podrán aprender a recoger datos que relacionan el clima y los cambios en el ciclo biológico de plantas y animales (floración, aparición de insectos, migración de aves). Podrán convertirse, en suma, en testigos voluntarios que ayuden a los científicos en el estudio de los impactos del cambio climático. Financiado por la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología , el proyecto de financiación se dinamizará a través de Twitter, de ahí su nombre: #FenoDato .
“No pretendemos generar datos de alto nivel científico, sino divulgar lo que es la fenología, para que el ciudadano pueda recoger datos e interesarse”, explica Miquel Ninyerola, investigador de la facultad de Biociencias de la UAB. Más allá de las repercusiones socio-económicas, el cambio climático está afectando la naturaleza. “Se sabe que la distribución de algunas especies está cambiando y que el sistema polinizador-floración se está desajustando”, comenta Miquel Ninyerola.
“Los últimos meses hemos vivido con mucha intensidad un efecto sorprendente: el ritmo de la naturaleza se ha desajustado, las hojas se mantienen en los árboles caducifolios, algunas especies florecen antes de tiempo o los osos han dejado de invernar, por poner ejemplos”, agrega.
Cantera de observadores
La cantera de observadores del proyecto #FenoDato deberá anotar cuidadosamente la fecha y el lugar en el que las especies cambian su estado: migraciones de las aves, floración de las plantas, maduración de frutos, hibernaciones, caída de hojas y demás.
Una vez que tengan la información, podrán hacer llegar las observaciones usando la plataforma on line para registrar observaciones vinculadas a Twitter que el proyecto ha creado. El proyecto ha seleccionado especies representativas, conocidas y fáciles de identificar: el almendro, la amapola, el cerezo, la encina, el olivo, el romero, el pino carrasco o las golondrinas, entre otras.
“Estas especies son adecuadas para iniciarse en el seguimiento fenológico debido a que son abundantes en la España peninsular y además presentan fases que pueden ser identificadas de forma clara e inequívoca”, explica Ninyerola. Todos los datos alimentarán un mapa de observaciones propiedad de los usuarios.
Una ciencia también al alcance popular
El sistema y las metodologías de recogida de datos utilizaran desde el principio criterios y protocolos internacionales de estandarización. “#FenoDato trabajará en estrecha colaboración para su diseminación con los representantes de la Xarxa Fenològica de Catalunya del Servei Meteorològic de Catalunya (SMC), la Red Fenológica de la Agencia Española de Meteorología (Aemet) y la red internacional Pan European Phenology DataBase”, comenta Joan Masó, investigador del CREAF que coordina el proyecto.
De hecho, la Comisión Europea está promoviendo que las contribuciones de los proyectos de ciencia ciudadana como éste, se incluyan en el Sistema de Sistemas Global de Observación de la Tierra (GEOSS). Este sistema provee de los datos necesarios para la toma de decisiones en temas de cambio climático a los departamentos de medio ambiente de los principales gobiernos mundiales.
La fenología estudia la relación entre el clima y los cambios en los ciclos biológicos de las plantas y los animales, como la floración, la aparición de insectos y la migración de las aves. Para los científicos es muy importante saber si estas fases fenológicas se avanzan o se retrasan.
Esta información aporta pistas a los científicos y gestores sobre cómo los animales y las plantas están respondiendo al cambio climático y permite hacer predicciones útiles para la gestión de los espacios naturales o de los cultivos, por ejemplo.
Fuente y fotografía: La Vanguardia