La Agència Catalana de l’Aigua (ACA) ha aprobado reducir a partir del 1 de enero de 2016 un 0,7% la tarifa del agua que pagarán las suministradoras y ayuntamientos que sirven a las viviendas del área metropolitana de Barcelona, en la primera rebaja de los últimos tres años, que acumulaban un aumento del 70%.

La repercusión sobre el recibo final del agua dependerá de los municipios de la red Ter-Llobregat y del volumen de agua que reciban, puesto que son los responsables de fijar el precio con repercusión de los costes del servicio, han informado a Europa Press fuentes de la Agència.

El Consejo de Administración de la ACA aprobó esta reducción en una reunión el 12 de noviembre, después que el Consell de Xarxa d’Abastament Ter-Llobregat le diera el visto bueno el 2 de noviembre. Se trata de una propuesta que lanzó el Govern a Aigües Ter-Llobregat (ATLL) sobre el contrato de revisión anual en el que se evalúa si es necesario adecuar la tarifa en función de los recursos captados y los costes energéticos.

Menos costes energéticos

La reducción de la tarifa se ha hecho “de acuerdo con lo que estipula el pliegue de condiciones” y tras constatar que los costes energéticos han sido menores a los previstos inicialmente fruto de la venta de energía fotovoltaica.

Según asegura la ACA, este ahorro procede de las placas de energía solar instaladas en la práctica totalidad de los edificios de la desalinizadora y las potabilizadoras de Abrera y Cardadeu (Barcelona). El recibo final que pagan los usuarios está compuesto por la tarifa de suministro que fija cada ayuntamiento -donde influye el coste del agua en alta-, el canon que fija la ACA, el IVA y, en algunos casos, también la tasa de alcantarillado.

Fuente y fotografía: La Vanguardia