Así, la organización denuncia que 319 millones de subsaharianos (32%), 554 millones de asiáticos (12,5%) y 50 millones de latinoamericanos (8%) no tienen acceso a agua potable. De estas regiones, Papúa Nueva Guinea cuenta con la menor disponibilidad, pues sólo el 40% de la población tiene acceso a agua potable, seguida de Guinea Ecuatorial (48%), Angola (49%), Chad y Mozambique (51%), República Democrática del Congo y Madagascar (52%) y Afganistán (55%).
Además, añade que cada día mueren 4.500 niños por falta de acceso al agua limpia. Por ello, WWC insiste en que «sin agua no hay vida, ni alimentos ni desarrollo y que sin agua ni los países ni las sociedades pueden desarrollarse económica, cultural, social o políticamente.
De este modo, insiste en que el acceso al agua potable es «clave» y tiene un impacto en la vida de todo el mundo, no solo de las regiones directamente afectadas de África o Asia-Pacífico y en algunas regiones de América Latina, sino también en los países desarrollados de Europa y América del Norte, porque puede desencadenar en «hambruna, guerras y migración irregular e incontrolada».
Por ello, calcula que el coste total de la inseguridad del agua para la economía mundial se estima en 500.000 millones de dólares anuales incluido el impacto medioambiental, de modo que puede alcanzar al 1 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB) mundial.
De este modo, el Consejo Mundial del Agua insta a todos los gobiernos a atender los temas relacionados con el agua y les alienta a contribuir con una parte relevante de sus presupuestos a proyectos que pongan el agua al alcance de todos en el planeta, considerando que el 12% de la población mundial actualmente no tiene acceso a agua potable y que las enfermedades relacionadas con el agua representan 3,5 millones de muertes cada año.
El Consejo Mundial del Agua, en colaboración con sus socios UCLG, ICLEI y GWOPA, insiste en que el acceso de la gente tanto al saneamiento como al agua son prioridades clave para los gobiernos locales y regionales si se quiere alcanzar el Objetivo Global de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas nº6. El acceso universal al agua y al saneamiento no puede alcanzarse sin un buen gobierno local, una gestión sostenible de los recursos naturales y una urbanización eficiente.
Asimismo, el WWC insiste en que hay una «necesidad absoluta» de aumentar la seguridad del agua para superar los desafíos provocados por el cambio climático y la influencia humana y admite que los líderes mundiales son «conscientes» de que el saneamiento es fundamental para la salud pública, pero insiste en que es preciso «actuar ahora» para alcanzar el Objetivo Global de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas nº6: garantizar el abastecimiento de agua segura y saneamiento para todos y todas, en todas partes, de aquí a 2030.
«Necesitamos un compromiso en los más altos niveles, para que cada ciudad y pueblo en el mundo puedan garantizar que los recursos de agua limpia y segura estén disponibles», apela el WWC con motivo del Día Mundial del Agua.
El Consejo Mundial del Agua (WWC), fundado en 1996, está compuesto por más de 300 organizaciones miembro a nivel mundial, con el objetivo principal de impulsar la disponibilidad de agua potable para todos y ayudar a aumentar la seguridad del agua en general.
Se trata de un órgano facilitador clave en la financiación de proyectos de seguridad hídrica y motor del cambio político en la búsqueda de la seguridad del agua. Este órgano aglutina a cientos de asociaciones, grupos de reflexión, organismos universitarios, gobiernos e instituciones, operadores privados y públicos, proveedores de servicios y expertos del agua de todo el mundo con el fin de progresar en la seguridad del agua.
En este contexto, el presidente del Consejo Mundial del Agua, Benedito Braga, ha expuesto que este 2017 el tema central del Día Mundial es el impacto de las aguas residuales, puesto que cerca del 90 por ciento de las aguas residuales del mundo fluyen al medio ambiente sin tratar.
Braga ha advertido de que esto sucede mientras más de 923 millones de personas en el mundo no tienen acceso a agua potable, 2.400 millones no cuentan con saneamiento adecuado, uno de cada cinco niños menores de cinco años mueren prematuramente cada año por enfermedades relacionadas con el agua, y casi el 40% de la población ya se enfrenta a la escasez del agua, pudiendo alcanzar un 60% (o dos tercios de la población) de aquí a 2025. Además, aproximadamente 700 millones de personas viven en zonas urbanas sin aseos seguros».
En este contexto, el WWC recuerda que la ONU reconoció en 2010 el Derecho Humano al agua y al saneamiento y que dos tercios de los 94 países encuestados por la Organización Mundial de la Salud en 2014 reconocieron el agua potable y el saneamiento como un derecho humano universal específicamente en la legislación nacional.
De estos, más del 80 por ciento informó de la aplicación de políticas nacionales para el agua potable y saneamiento, mientras que más del 75 por ciento crearon específicamente políticas de higiene. Sin embargo, aún queda mucho por hacer.
Finalmente, la organización apunta también que de aquí a 2030 se necesitan 650.000 millones de dólares de inversión anual para garantizar la puesta en marcha de la infraestructura necesaria para lograr la seguridad universal del agua.