Reino Unido es ya el primer país en reconocer formalmente el estado de emergencia climática. Esta semana el Parlamento británico aprobó una moción presentada por el partido Laborista en la que se afirma que el cambio climático es la mayor amenaza existente en todos los ámbitos de la vida, incluida la seguridad nacional, la economía, el bienestar social y el medio ambiente y, por tanto, es necesario tomar medidas urgentes.

La decisión se enmarca en las numerosas protestas desarrolladas por el movimiento Extinction Rebellion, que defiende la desobediencia civil pacífica contra la inacción climática y está liderando una serie de acciones de bloqueo en la capital británica.

La moción, que no es vinculante y fue aprobada tras un largo debate, se produce en un momento en el que la comisión británica sobre Cambio Climático (CCC) debe recomendar al gobierno de Theresa May que reduzca a cero sus emisiones de gases de efecto invernadero para 2050, según informan los medios de comunicación británicos. Esta será la recomendación central de un informe que será publicado hoy mismo por dicho organismo independiente, encargado de aconsejar a la ejecutivo británico sobre el cambio climático.

En la actualidad, la meta de Reino Unido es reducir en 2050 el 80% de sus emisiones de gases de efecto invernadero con respecto a los niveles de 1990.