Según el director de AZTI, Rogelio Pozo, un aumento de dos grados en la temperatura global puede desplazar las áreas de distribución de la vida marina cientos de kilómetros hacia los polos, aunque para nosotros sea una diferencia “apenas perceptible para nuestro cuerpo”.
Pozo indica que uno de los aspectos más preocupantes del cambio climático es la “incertidumbre” que lleva asociada y que resulta “difícil de acotar” debido al “papel en parte desconocido que pueda jugar el océano en la regulación del clima y las múltiples respuestas de los ecosistemas marinos”.
Aunque el director señala que la mayor incertidumbre se halla en nosotros mismos y en la evolución de las actividades de la población mundial y en la emisión de gases de efecto invernadero. Por su parte los participantes en Uhinak, Congreso Transfronterizo de Cambio Climático y Litoral, intentarán establecer una red entre expertos del mar y la costa que facilite seguir trabajando en la búsqueda de soluciones.