Una alternativa a los colegios convencionales son las escuelas al aire libre. Europa apuesta por este modelo en el que no sólo ofrecen el mismo currículum educativo sino que, además, enseñan a sus alumnos a valorar la Naturaleza desde temprana edad.
El impulsor del proyecto Bosquescuela, Philip Bruchner, indica que este contacto con el medioambiente estimula más y mejor la integración sensorial y la psicomotricidad de los estudiantes. Este educador y asesor pedagógico puso en marcha su iniciativa en 2010 con el objetivo de lanzar en España el modelo de educación infantil al aire libre, homologado en otros países del norte de Europa con resultados exitosos.
La primera experiencia de este tipo fue en 1904 en Alemania y le siguieron otros países. En 1914 nació en España l’Escola de Bosc de Montjuïc en Barcelona y cuatro años después una en la madrileña Dehesa de la Villa. Con el paso de los años Alemania ya cuenta con más de 2.500 colegios de este tipo, mientras que en España ha empezado a desarrollarse en los últimos años.
Los municipios del centro y norte de Europa valoraron este modelo como muy favorable para cubrir necesidades de escolarización de nuevas comunidades o poblaciones en crecimiento próximas a entornos naturales. Por eso se han homologado colegio no sólo junto a bosques sino también al lado de playas y otros ambientes naturales.