Luego de elaborar las conclusiones del primer año del Proyecto de Mejora de Pesquería (FIP), coordinado por WWF y la Organización de Productores Asociados de Grandes Atuneros Congeladores (OPAGAC) en favor de las poblaciones de atún tropical, ambas entidades coincidieron en la necesidad de reducir el impacto ecológico de la pesca industrial de túnidos.
A lo largo del primer año del proyecto, la flota atunera trabajó en 89 objetivos para beneficiar la actual condición de las poblaciones de estas especies de peces, así como para promover la sostenibilidad del sector y realizar planes y prácticas para reducir el coste ambiental de la actividad pesquera. Durante el desarrollo del proyecto se invirtieron nueve millones de euros, y las dos entidades se enfocaron en los planes de recuperación de las poblaciones del patudo en el Atlántico y del atún de aleta amarilla en el océano Índico.
Estas dos entidades informaron a Europa Press que en su primer año de vida, el proyecto FIP es «la iniciativa de este tipo más completa a escala mundial» ya que incluye a las tres especies de túnidos tropicales, como son el barrilete, el patudo y el rabil en los océanos Atlántico, Índico y Pacífico.