Los parlamentarios europeos piden que se reduzca las emisiones de CO2 de las flotas marítimas y que se prohíba el uso de combustibles pesados en el Ártico para ponerlo a salvo de contaminantes y salvaguardarlo de posibles derrames, como el conocido Desastre del Prestige de hace 15 años.
Se trata de una petición que, para que sea efectiva, debe contar con el apoyo de la Organización Marítima Internacional (IMO), organismo competente de Naciones Unidas para prevenir la contaminación marina y que regula la relación entre los Estados y la industria marítima.
Mientras el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, reabre el Ártico a perforaciones petrolíferas, el comité ambiental del Parlamento Europeo lucha para que la IMO apoye sus medidas en el próximo comité ambiental que se celebrará en abril de 2018, según informa Ecodes.
En dicho comité se tratarán temas como la prohibición en el Ártico de los HFO (combustible pesado y muy contaminante) y las acciones que el sector marítimo debe llevar a cabo en cuestiones relacionadas con el cambio climático.