Según indican en un comunicado la organización Ecologistas en Acción, la depuradora de Pradollano, en Sierra Nevada, está contaminando con vertidos las aguas del río Monachil. Según lo expuesto, la depuradora no cumple con la calidad de vertidos exigible por la legislación vigente, y todos los límites son sobrepasados «doblándolos, tripicándolos o hasta quintuplicándolos» en algunos casos.
Las analíticas realizadas a lo largo de 2015 así lo manifiestan, según Ecologistas, que mantiene que «esta situación no es nueva»: «Siempre ha sido así, y no hemos visto que se intente solucionar por parte de ninguna administración con competencias en la materia». Según recuerda el colectivo ecologista, los vertidos directos sin autorización se consideran delito en el Código Penal, y la Ley 8/2003, de 28 de octubre, de la flora y la fauna silvestres de Andalucía, contempla que «La Administración de la Junta de Andalucía adoptará, en su ámbito de competencia, las medidas precisas para conservar el medio acuático, integrado por los cursos y masas de agua continentales que puedan albergar especies acuáticas».
Por ello, Ecologistas ha preguntado a la dirección del Espacio Natural de Sierra Nevada, a la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir y a la Delegación Territorial de Medio Ambiente en Granada sobre las actuaciones que han realizado para resolver este problema, «que lleva años sin solución».
Según lamentan, la Delegación de Medio Ambiente «trata de escurrirse y quiere pasar la responsabilidad a la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, olvidando que según la Ley de Flora y Fauna son ellos los que tienen las competencias para proteger los hábitats acuáticos y las especies que allí viven», como la ty que está siendo objeto de un programa de conservación por parte de la Consejería de Medio Ambiente y con financiación de la Unión Europea.
Fuente: 20 minutos