Al abusar o hacer mal uso de los recursos naturales, lo ponemos en peligro y lo agotamos. El aire y los recursos hídricos están contaminándose, los bosques están desapareciendo, debido a los incendios y la explotación excesiva y los animales se van extinguiendo por el exceso de la caza y de la pesca…
A menudo nos encontramos paralizados ante la pregunta: ¿qué podemos hacer para ayudar al planeta en relación a la problemática ambiental?… No es fácil. El cuidado del ambiente hay que pensarlo globalmente y actuar localmente, es decir, cada uno desde su lugar, como se ve claramente con el tema de la basura que eliminamos cotidianamente todos los días, sin ir más lejos. Por otra parte, no sirve de nada que unos traten de llevar una vida ambientalmente digna, si otros no lo hacen, sean gobiernos, empresas o particulares.
El cuidado del ambiente no entiende de color político, ni de clases sociales, ni de países ricos o pobres porque nos afecta a todos, algo que muchos líderes mundiales, políticos, empresarios y personas se niegan a entender. Todas las facetas de nuestra vida están relacionadas con el ambiente: desde la alimentación al transporte, pasando por el uso de la energía o la gestión de los desechos urbanos o desde la biodiversidad y el cuidado de las “mascotas”, entre otras cosas.
Es necesario que el proceso de desarrollo, tanto local como mundial, tenga en cuenta todos los elementos que forman parte del entorno humano. Es necesario un modelo de desarrollo en el que el aprovechamiento de los recursos naturales no provoque daños irreparables; una forma de progreso económico y social que favorezca la sana convivencia y respeto de cada persona; un modelo basado en el comportamiento de la naturaleza que considere su ciclo de recuperación y una organización del trabajo humano que garantice un progreso sostenido en el tiempo, en armonía con la conservación del ambiente y con el bienestar de todas las personas: llamado desarrollo sustentable
El futuro es desalentador si no se cambia de rumbo, serían dos planetas los que necesitaremos y si pensamos que para el 2050, cuando una población de 9 mil millones requiera alimentos, energía, vivienda y agua junto a la convivencia con el resto de los seres vivos del planeta… Estaríamos en un grave problema ecológico y ambiental.
Una de las medidas más importantes a tener en cuenta es el tema de la EDUCACIÓN. Educar a la población, que sin la misma, es una utopía pretender dar solución a los problemas que encaramos y se agravaran a medida que el tiempo pasa. La educación como base del cambio debe ser agendado como prioridad local, regional y mundial. Otro tema a tener en cuenta es la implementación de POLITICAS y LEYES para asegurar la reducción del proceso de agotamiento de los recursos energéticos no renovables y de bienes de consumo general, haciendo uso de ellos en forma racional; con mecanismos de reciclaje y logrando reemplazar los recursos no renovables por otros renovables.
Un país alcanza un crecimiento sostenido cuando la rentabilidad económica de los proyectos de explotación de sus recursos naturales se calcula tomando en cuenta las consideraciones ecológicas pertinentes. Evaluar económicamente un proyecto de explotación de un bosque implica considerar el valor de la tala, el de la reforestación y el de los problemas ambientales derivados de ella: erosión del suelo y deterioro de la biodiversidad animal y vegetal.
El cuidado y protección del ambiente no es simplemente un asunto de moda, es una obligación que todos debemos asumir como propia y hacer algo para salvar a nuestro planeta de la destrucción y contaminación a la que lo hemos sometido. Desde los gobernantes, empresarios y ciudadanos… Nos toca a nosotros cumplir con nuestra parte protegiendo la naturaleza y los recursos ambientales.
*Técnico Superior en Gestión Ambiental y Técnico Superior en Comunicación Social (Periodista).
Fuente y fotografía: Ecoportal