Así lo asegura esta entidad en un comunicado en el que afirma que más del 80 % de estos desastres tienen al ser humano y su actividad como origen, y sólo el 4 % se deben a causas naturales.
En este sentido, desde Reforesta señalan que más de la mitad de estos siniestros se consideran intencionados y en torno al 30 % se deben a descuidos o negligencias, como una quema de rastrojos, un cigarrillo mal apagado, hogueras encendidas por excursionistas o trabajos en el monte, entre otros.
El resto de los desastres corresponden a aquellos cuyas causas “se desconocen o no llegaron a determinarse con claridad”.
Así, bajo la campaña “Cerillas que salvan bosques. Enciende tu conciencia, evita los incendios forestales” han creado un objeto simbólico que consiste en cerillas en las que el fósforo ha sido sustituido por semillas de mostajo -una especie autóctona que habita principalmente en el norte peninsular-.
Se trata de un “aparente contrasentido” que pretende concienciar sobre este problema porque el objetivo de Reforesta pasa por la prevención debido al “muy alto porcentaje de incendios” como consecuencia de la imprudencia humana.
Desde Reforesta consideran que el 37 % del suelo en España está en riesgo de desertificación y, además, tres cuartas partes de su territorio clasificadas como árida, semiárida o subhúmeda seca también se encuentran expuestas a ello.
La situación se agrava en el arco mediterráneo donde “sus condiciones naturales lo hacen vulnerable por sí mismo” debido al “progresivo aumento de la población y de su actividad económica”, las cuales han provocado un incremento de la ocupación, así como una transformación del suelo y una demanda de agua”.
Junto con el noroeste peninsular, el área del Mediterráneo es “la región más afectada por los incendios y donde éstos pueden acentuar más la desertificación a medio y largo plazo”.
El presidente de esta organización sin ánimo de lucro, Miguel Ángel Ortega, ha apuntado que la educación y los cambios de hábitos han de ser el motor de la lucha contra los incendios forestales y la desertificación.
Ortega ha precisado que los recursos dedicados a las tareas de extinción no han de eliminarse, sino que tiene que haber “un equilibrio que redunde en un beneficio para todos”.
Esta iniciativa también anima a la participación a través de la página web de Reforesta, www.reforesta.es, donde se ha habilitado un espacio en el que se puede registrar aquel monte o terreno que haya sufrido un incendio forestal y que en la actualidad no esté restaurado.
Fuente y fotografía: EFE Verde