Otra avería en el cuerpo hidráulico del motor de extracción de uno de los dos pozos que abastecen a la desaladora móvil de ses Eres dejó en la noche del lunes sin agua a los residentes de Sa Carroca y Can Fita, las zonas situadas en cotas más altas de Sant Jordi y Platja d’en Bossa. El concejal de Obras y Agua, Ángel Guerrero, calcula que la nueva paralización de la planta ha afectado a unas 6.000 personas. «Es una barbaridad», reconoció el concejal. Los técnicos de Aqualia confiaban en reparar la avería a media tarde de ayer, según explicó Guerrero.
Se da la circunstancia de que hace un mes se produjo la misma avería. El cuerpo hidráulico es la columna, con una longitud de 200 metros, que conduce el agua de los pozos impulsada por el motor situado en la superficie hacia la desaladora. Este tubo, que es de hierro galvanizado, se deteriora con facilidad por la alta salinidad del agua. Al tener que sacar fuera toda la canalización, la reparación de la avería es laboriosa y larga, según el edil.
Tras la paralización de la desaladora y con un pozo inutilizado, el nivel del depósito bajó la noche del lunes a un nivel que dejó sin agua las zonas altas de Sant Jordi: sa Carroca y Can Fita, fundamentalmente. Guerrero detalló que el agua desciende del depósito por gravedad, por lo que las viviendas que se encuentran a una mayor altura «sufren». Además, como el caudal de extracción del único pozo operativo es de 2.000 metros cúbicos diarios, cifra que coincide con la demanda actual, no había posibilidad de aumentar el nivel del depósito y evitar el corte del suministro en algunas zonas.
Corrosión o fallo de fabricación
El concejal señaló que, tras la reparación de la avería, se iba a verter agua salada directamente al depósito, sin poner en marcha la desaladora, para aumentar su nivel con la mayor rapidez (la planta rechaza el 50% del agua que entra, lo que retrasaría el proceso) y, con ello, restablecer el servicio.
Como la canalización de hierro fue sustituida hace un mes, aproximadamente, la empresa proveedora se lo ha llevado para analizar si la ruptura («un corte limpio, según el concejal) se debe a «la corrosión» por la salinidad del agua o bien «a un fallo de fabricación».
En todo caso, Guerrero explicó que se ha decidido adquirir un nuevo cuerpo hidráulico de «acero inoxidable preparado para ambientes altamente salinizados». El concejal calcula que en un plazo de 15 o 20 días podría estar instalado. También dijo que la parada técnica para sustituir la canalización se haría en horario nocturno para minimizar las molestias por el corte del suministro.
Los problemas técnicos en los pozos de extracción de ses Eres son continuos. A finales de abril, la desaladora funcionó a medio gas por la rotura de uno de los dos motores. La avería se produjo precisamente por el deterioro de la canalización de extracción que mojó e inutilizó el motor. El mes anterior había ocurrido lo mismo con la bomba de impulsión del otro pozo. Entonces, Guerrero ya dijo que las instalaciones de ses Eres se han quedado «muy viejas y se sostienen con pinzas». Aparte de la alta concentración de sal, durante el verano pasado la planta dejó de funcionar por causas técnicas en al menos ocho ocasiones.
El concejal de Obras y Agua espera que a final de mes, según el último plazo que le ha dado Abaqua, la empresa pública del Govern, el sistema de interconexión de las desaladoras de Vila y Sant Antoni esté ya operativo y se pueda inyectar agua desalada a la red de Sant Jordi y Platja d’en Bossa. Cuando se ponga en marcha esta fuente de suministro «se podrán parar los pozos de ses Eres».
Fuente y fotografía: Diario de Ibiza