El consejero de Territorio y Sostenibilidad, Josep Rull, ha anunciado este jueves que la Generalitat prevé establecer por decreto que los vehículos que adquiera la administración sean eléctricos o híbridos, para que la flota pública sea la primera que luche contra el problema de la contaminación.
Lo ha anunciado en el pleno del Parlament en respuesta a una interpelación del diputado del PSC Jordi Terrades, que le pedía medidas para abordar la situación de contaminación, que ha recordado que provoca «más de 3.500 muertes prematuras al año», según los expertos.
El consejero se ha comprometido con no caer en la inacción de la administración contra un problema que asume como real, por lo que ha anunciado que el Gobierno catalán se ha propuesto reducir entre un 20 y un 30% la entrada de vehículos en Barcelona en el «horizonte 2025».
Con todo, ha aclarado que si bien hay riesgo de caer en la inacción, también lo hay de caer en la sobreactuación «entrando en una serie de concurso de propuestas sin haber probado su eficacia, cuando el valor de las propuestas no está en su fotogenia sino en su eficacia».
Rull ha recordado que el problema de la contaminación es un estructural y requiere de soluciones que también lo sean: «No tenemos un foco contaminador que pueda extirpar un cirujano, sino una enfermedad sistémica».
Por todo ello, Rull apuesta por micromedidas que funcionen y compromete al Govern a liderar estas medidas marcando las grandes líneas estrategias, pidiendo la colaboración al Parlament, a las administraciones –ayuntamientos, Area metropolitana, puerto, aeropuerto y Estado– y las empresas.
Para llevarlas a cabo, ha recordado que la Generalitat cuenta con la mesa de la calidad del aire, el órgano de gobernanza del Plan de Mejora de la Calidad del Aire que se reúne cada seis meses y se estructura en subórganos que toman medidas concretas –uno liderado por la Generalitat y que se encargará de ese horizonte marcado para el 2025; otro que se encarga del transporte de mercancías y un tercero que define las zonas urbanas de atmósfera protegida.
Fuente y fotografía: El País
