Una treintena de voluntarios se han reunido hoy en la playa barcelonesa de la Mar Bella con un único objetivo: Acabar con la basura que se acumula en los fondos marinos. La zona indicada ha sido una mancha que se extiende al lado de un espigón y la modalidad de barrido y fregado ha sido la limpieza deportiva. Los encargados de dar esplendor a la zona han sido nadadores, apneistas y tripulantes de paddle surf junto con personal de tierra en una competición lúdico deportiva que los organizadores han denominado: “Triatlón por la preservación de los fondos marinos de Barcelona”.
A las 8:30 de la mañana una decena de jubiladas ocupan su lugar en la playa. “Somos de aquí de Poble Nou y cada mañana sea Navidad, febrero o agosto nos bañamos”, se enorgullece una mujer con la tez tostada por no dar tregua un solo día a sus baños de sol. Hoy las señoras han tenido una compañía especial. A primera hora de la mañana ha comenzado una pseudocompetición. Tres bolsas de la basura en la orilla y jóvenes y mayores enfundados en neoprenos con el objetivo en común de acabar con la basura submarina de una parte de la playa.
Los encargados de realizar la acción medioambiental han sido los miembros del proyecto Yotuba. El coordinador de la iniciativa es el biólogo marino Fernando Fraile. “Es la cuarta triatlón que organizamos y creemos que es muy bonito poder unir el deporte con la preservación del medio ambiente”.
La disposición es fácil. Los apneistas han buceado a pulmón hasta una profundidad de 12 metros. Allí entre algunas algas se queda enganchada la basura. “Hemos sacado un pneumático, una bota, cañas de pescar, una tumbona… mucha basura”, informa Fraile. Los apneistas suben a la superficie y mientras llenan sus pulmones entregan los tesoros-basura localizados a los nadadores. Estos los introducen en unas mayas y cuando las llenan las trasladan hasta la orilla. Otra opción, que se ha estrenado por primera vez esta jornada, es entregar la basura a los tripulantes de paddle surf y después, a golpe de remo, estos deportistas han trasladado los residuos acumulados en el fondo marino hasta la orilla. Allí les esperaban ansiosos el personal de tierra dispuestos a separar la naturaleza de la basura en diferentes bolsas.
“Es un orgullo para los apneistas ser un elemento básico en este tipo de recogida”, se ha mostrado satisfecho el coordinador de Yotuba. Fraile ha reconocido que durante la mañana ha habido momentos muy duros sobre todo para los nadadores. “Tienen que estar quietos en la superficie y el agua todavía está a 13 ó 14 grados”.
Tras poco más de una hora de actividad, los integrantes de Yotuba han dado por limpia la zona. Nadie ha ganado ni ha perdido, el máximo beneficiado ha sido el fondo marino. “Nos hemos llevado una sorpresa ya que habremos recogido unos 35 kilos de basura, algo menos que otras veces”, reconoce.
“Pretendemos realizar esta actividad una o dos veces al mes para todo aquel que quiera venir a preservar el fondo marino de nuestras costas”, anuncia Fraile. Hasta ahora la limpieza manual se realiza en los espigones por parte de una asociación de voluntarios de la Guardia Urbana de Barcelona. Esta limpieza se lleva a cabo una vez al año cuando concluye la temporada de playas. Fraile agradece la acción desinteresada de la policía local pero cree que una sola vez al año puede llegar a ser insuficiente. El coordinador de Yotuba pone nombre al principal peligro de los fondos marinos de Barcelona: “Las compresas y las toallitas de bebé… todo aquello que no debe tirarse por el WC, nuestro mar lo agradecerá”.
Fraile asegura que el litoral barcelonés es un gran desconocido y “acoge gran diversidad de especies tanto de flora como de fauna submarina”. El biólogo asegura que algunos compañeros suyos han llegado a ver caballitos de mar en la Mar Bella. “Es la única playa de nuestro litoral donde están presentes, parece una leyenda pero existen y debemos preservarles como al resto de especies”.
Las jubiladas de Poble Nou sacan del carrito de la compra un pan de payés de medio kilo. Son las diez de la mañana y ya han recibido unas cuantas horas de baños de sol. Es el turno de desayunar y después un chapuzón en un agua que, hoy, estará más limpia.
Fuente: El País