La mayoría de las entidades ecologistas de Cataluña han reclamado hoy al nuevo presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, que recupere una conselleria propia de Medio Ambiente, que consideran «imprescindible para garantizar el futuro de Cataluña».
En una extensa carta, las asociaciones ecologistas rechazan el mantenimiento de «un departamento de Territorio y Sostenibilidad con un conseller al frente que desarrolle competencias urbanísticas y de fomento de infraestructuras con criterios y modelos especulativos caducos mientras se delega en un Secretario General las acciones que se han mostrado insuficientes para frenar la pérdida de biodiversidad y las agresiones al medio y al territorio».
Los ecologistas piden recuperar la conselleria de Medio Ambiente «con unas funciones y estructuras que permitan abordar los retos básicos para la construcción del futuro país que queremos» y que fue creada por primera vez en 1992, con Albert Vilalta al frente.
Los grupos ecologistas recuerdan que aquella conselleria «se convirtió a la vez en una de las más transformadoras de la acción del gobierno» y que «Cataluña se adelantó al resto de comunidades autónomas al disponer de un departamento de Medio Ambiente en un momento en el que había que abordar muchos retos».
El Plan de Saneamiento y la construcción de depuradoras con el fin de mejorar nuestros cursos fluviales; la Ley de Residuos que, por primera vez, hizo prioritaria la reducción, reciclaje y mejora de la gestión y permitió desarrollar la recogida selectiva o el Plan de Espacios de Interés Natural (PEIN) son algunos de los logros que los ecologistas señalan de la conselleria de Medio Ambiente.
«Pero, lamentablemente, Cataluña ha sufrido un largo período de retroceso ambiental en un momento donde se ha puesto de manifiesto la necesidad de un cambio ambiental global que pueda hacer frente a los desafíos globales del cambio climático, y la construcción de nuevos modelos sociales, económicos y ecológicos», lamentan los ecologistas.
Para los ecologistas, es insostenible mezclar «Territorio, con ámbitos tan fuertes como Obras Públicas, Infraestructuras y Urbanismo, que subordinan la otra competencia capital y transversal como lo es la preservación del medio y la Biodiversidad, que se convierte en inoperativa».
También critican que «la creación de la Agencia Catalana de la Naturaleza, compromiso del anterior gobierno y el actual, reduce notablemente el papel de un futuro departamento de Medio Ambiente al descuartizar un departamento en agencias y secretarías con insuficiente coordinación y visión sistémica, mientras las decisiones y el presupuesto lo deciden consejeros externos del departamento de Medio Ambiente, un desacierto que hay que corregir».
Tampoco ven lógico la división de competencias medioambientales en dos consellerias ya que si los parques naturales dependen ahora de Territorio y Sostenibilidad, la gestión de los bosques, pastos o pistas forestales, caza y pesca, recaen en el departamento de Agricultura.
«Así pues nos encontramos con la paradoja de que en los espacios naturales protegidos sus órganos de gestión, destinados a proteger estos espacios, no pueden llevar a cabo sus tareas por intromisión de otro departamento», argumentan los ecologistas.
Los grupos ecologistas ponen como ejemplo que la República Federal Alemana mantiene su Ministerio de Medio Ambiente, «que ha favorecido el incremento de la I + D y el desarrollo tecnológico vinculado a los diferentes vectores ambientales (energía, atmósfera, agua, residuos, etc.), haciendo más competitivas las industrias alemanas en exportar productos con innovaciones y aplicaciones ambientales».
También argumentan que el medio ambiente se ha convertido en uno de los principales retos de interés y preocupación internacional y denuncian que la pérdida de biodiversidad «no es un problema que sólo afecte a animales, plantas o ecosistemas: la especie humana es totalmente dependientes de esta diversidad biológica».
Fuente: La Vanguardia